sábado, 21 de marzo de 2009

Coincidencias

Nadie decía nada, no dijimos nada, no decimos nada. Hacemos como si nada pasara, como si tu aliento en mi cara no fuera real, como si tu mano y mi pierna se encontraran de pura casualidad. Ignoramos por completo el porqué de nuestros encuentros, olvidamos que hay un pasado que nos une, un contacto físico y espiritual que todavía no está totalmente roto. Éramos dos en uno, y no terminamos de aprender como es ser simplemente dos, vos por acá y yo por allá. Jugamos peligrosamente a encontrarnos en nosotros mismos, pero no sabemos porque jugamos. Vaciamos nuestra soledad imaginando que podemos estar juntos sin estarlo, que podemos sentirnos sin tocarnos. Nos refugiamos en cosquillas que llegan sin que nadie las llame, en caricias que más tarde fingiremos olvidar.
Tu respiración en mi oreja, tus manos en mis piernas, tu lectura de mis pensamientos, tus caricias cuidadosas de no ser descubiertas, nuestra conexión, TODO es una simple coincidencia.

3 comentarios:

  1. me gustó MUCHO tu idea y concepto de la coincidencia, que muchas cosas que uno siente que estaban hechas para ser y sólo ser, resultaron producto del azar.
    pero igual, no te confundas, sentimientos tan grandes, tan indescriptibles, por más que hayan cambiado (no terminado, eso es hasta imposible, te diría) nacen de una elección. uno elige a otro, y eso es hermoso. así como vos, linda.

    ResponderEliminar
  2. algunas coincidencias se llaman DESTINO.

    ResponderEliminar
  3. Algunas coincidencias no son tan coincidencias...

    ResponderEliminar