sábado, 27 de junio de 2009

Larga y cruel

Espero. Con el corazón en la boca. Con ojos ya demasiado secos como para seguir llorando. Y yo, espero. Con las manos temblando y mi mente creando una y otra historia, todas igual de dolorosas. Pensando en las una y otra vez formuladas mil y una preguntas sin responder. Y como dije, espero. No porque quiera esperar, sino porque no me quedan opciones. Espero porque mi amor es tan infinito y estúpido que no me deja reaccionar y me obliga a justamente, ESPERAR.